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Hay mucho inmigrante que estaba en otra comunidad y se viene ahora aquí

Asturias encadena dos años ganando nuevos vecinos, según la Estadística Continua de Población. El 1 de julio acumulaba 1.010.058 habitantes, 5.505 más que en 2022. El incremento tiene dos fuentes principales: la inmigración y el retorno de emigrantes en edades de jubilación. En total la población nacida en el extranjero aumentó en 18.714 efectivos en ese bienio, mientras que la nacida en España se redujo en 13.209.

La colonia extranjera incorporó población en todas las franjas de edad, aunque mayoritariamente jóvenes y en edad de trabajar. Ahora vienen sobre todo de Colombia y Venezuela y Sandra Mejía Sepúlveda conoce bien sus historias. Camarera, atiende un establecimiento de comida sudamericana por el que pasan buena parte de la comunidad latina.

Llegó en 2005 desde la región colombiana de Armeria. Detrás tenía deudas; había comprado una casa y al quedarse sin trabajo corría el riesgo de perderla. Delante tenía una prima asentada en Asturias; le consiguió un contrato de trabajo en La Felguera «y entonces con eso ya podías quedarte». Trabajó en sidrerías, cafeterías, restaurantes «y en un bingo», fue cocinera, camarera e hizo «de todo un poco».

«Quiero mucho a mi país pero después de casi 20 años y aunque tenga la casa pagada allí, prefiero seguir haciendo aquí mi vida por la tranquilidad y oportunidades», relata. «Mi prima me trajo a mí, yo a mi hermano y él a su esposa, ahora ya aquí tengo un hijo y dos sobrinos, todos nacidos en Asturias», explica.

Confirma que en los últimos dos años están llegando «muchísimos» compatriotas. Los hay que, como ella, lo hacen como eslabones de una cadena familiar que muda de continente, pero también «muchos llegan de otras comunidades autónomas. Sé de unos colombianos que estaban en Tenerife y buscan piso aquí, porque ya no quieren tanto calor. Otra gente de Gran Canaria vino de vacaciones y quiere regresar porque cuentan que Asturias es bonito, las montañas se parecen a nuestro país y se echan de menos». «Otros llegan de Barcelona o Madrid, porque buscan estar más tranquilos que en las grandes ciudades», indica. También previene: «Esto ahora no es como antes, que con un contrato ya tenías papeles y te podías quedar, ahora todo es más difícil, tienes que trabajar más y el alquiler en sitios como Oviedo empieza a ser caro; entre fianza y primeros meses de renta piden 2.500 euros. Al final hay muchos que tras intentarlo un tiempo, se regresan».

«Yo Asturias no lo cambio por nada», declara, rotunda, Melissa Carriel. Llegó en 2015, desde Honduras. Antes lo había hecho su madre y antes que ella una prima. Después de instalarse vino su hermano mayor y está pendiente de incorporar al menor. Hace dos años conoció aquí a Víctor Carriel, ecuatoriano con dos décadas en Asturias; ennoviaron y se embarcaron en un negocio, ´Sabor Latino´, restaurante de comida colombiana que lleva un año abierto en Oviedo.

«Además de colombianos pasan bolivianos, paraguayos, ecuatorianos, guatemaltecos, salvadoreños, argentinos... siempre dicen que el asturiano es muy amable, que esta es una tierra segura, acogedora», destaca.

«Hay mucha inmigración que estaba en otras partes de España y viene ahora aquí», confirma Carriel. «Hace unas semanas vi una pareja que lo hizo desde Mallorca, otra de Alicante, y una madre y su hijo lo hicieron desde Barcelona; a todos les sorprede que tengamos un restaurante de comida colombiana en Oviedo», cuenta con humor. «Yo también he trabajado varias veces fuera de Asturias y al final siempre regreso, no cambio esto por nada», reivindica.

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